jueves, 27 de septiembre de 2012

Caridad



Después de unas largas vacaciones en cuanto al blog se refiere, vuelvo a escribir movido por últimos acontecimientos en el seno de las hermandades en general.



Se trata de la labor social de las mismas: la caridad. Recientemente, se ha anunciado la suspensión de la salida procesional de la hermandad de gloria de la Cabeza destinando el dinero de tal fin a Cáritas. Desde mi punto de vista es una buena acción, que se podría completar con otras. Aunque, como en todo, nunca llueve a gusto de todos, ya que hay gente que opina que hay otras formas de colaborar con el prójimo. Pero entre esas opiniones, hay vertientes que, creo, que se alejan del fin auténtico de las hermandades. Según esas opiniones, se deja entrever que el fin de una hermandad es salir a la calle (para hacer manifestación pública de fe). Pero creo, que en vez de realizar esa manifestación pública de fe, tenemos que empezar a arrimar el hombro (o la 7ª vértebra según los gustos de trabajar de cada uno) para conseguir que esta desagradable realidad de penurias que hay actualmente sean más bien algo de los libros de historia.



Hechos así, como el realizado por esta hermandad de gloria, sirven de lección para aquellos cofrades que sólo se quedan en el "mira cómo me queda el costal" o "quiero salir en tal hermandad por lucir". Aún así, se podrían realizar otras acciones, como la de unificar las acciones llevadas a cabo en las vocalías de caridad de todas las hermandades en la Federación. Así, pasaríamos a realizar proyectos de mayor envergadura tal y como los tiempos que pasamos piden.